Gratallops y su historia

SERGI ROMERO
Antes de comenzar a hablar de la bodega me gustaría repasar un poco el lugar donde se encuentra.

Es como empezar por el principio, situarnos un poco en Gratallops.

El término municipal de Gratallops, de 13’34 km2, en el centro de la comarca administrativa del Priorat, se encuentra situado entre el río Montsant (límite occidental) y el río Siurana (límite oriental y meridional). Gratallops es el único núcleo del término y se encuentra a 321 metros de altitud.

El terreno es abrupto ya que forma parte de los últimos contrafuertes meridionales del macizo del Montsant.

Gratallops siempre ha formado parte del Priorato de Escala Dei; la primera referencia histórica documentada es una nota redactada por el vicario Savall, según la cual:

“en las nonas del mes de Febrero de 1258, el Monasterio de Escala-Dei estableció a 11 personas y sus herederos en el termino de la Cova del Pujó y Gratallops. Consta en un acto pergamino legislado por tres notarios”

Gratallops fue un pueblo muy importante y llegó a contar con más de 1.200 habitantes en el año 1894, a partir de ahí con la llegada de la filoxera la población descendió radicalmente, eran 706 en 1900, 644 en 1920, 427 en 1940, 360 en 1960 y 275 en 1981.

A partir de la década de los 80 la población se estabiliza y crece mínimamente, hasta llegar a los 307 de 2006. Esta estabilización y ligero crecimiento van íntimamente ligados a la llegada de los nuevos bodegueros, que con sus cambios y su buen hacer hacen resurgir los vinos de la comarca, ofrecen trabajo estable y hacen crecer la renta per cápita de la población.

En 1985 Gratallops contaba con una bodega privada y la Cooperativa Vinícola Flor de Maig. Actualmente cuenta con 16 bodegas privadas, algunas de ellas famosas en todo el mundo.

Su paisaje actual se compone de extensiones boscosas y viñedos, las fincas no acostumbran a ser demasiado grandes, y están plantadas de diversas maneras, en costero, abancaladas, en espaldera, en vaso, viña vieja, viña joven, etc.

Toda esa mezcla conforma un paisaje muy vivo y dinámico, para nada aburrido.

El paisaje ha cambiado mucho con el tiempo. En una nota de Güell i Mercader, de 1894 (año de la filoxera), dice:

“La población se dedica exclusivamente a la agricultura, el principal cultivo es la viña, la cual cubre toda la extensión de aquella accidentada comarca. No hay en ella un palmo yermo ni de bosque, a pesar de las dificultades que representan las cualidades del terreno y la falta de agua.”

Aquellos agricultores eran gente muy dura, acostumbrados a los trabajos más pesados y a condiciones climáticas ciertamente severas. Hoy en día se pueden ver restos de muros de piedra seca en barrancos donde nadie dudaría en bajar con arnés y cuerdas.
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